problemas medio ambientales

Efectos de los problemas medioambientales

¿Cómo se manifiesta  la crisis medioambiental?

El crecimiento económico basado en el uso intensivo de los recursos naturales ha ocasionado el deterioro de los ecosistemas. En la actualidad, la crisis medioambiental tiene una trascendencia social, ecología y económica.

Impacto de las crisis medioambiental

El impacto humano en el medio es muy antiguo, pero se fue incrementado desde que se produjo la revolución industrial. Esta revolución impuso no solo el aumento de la productividad, sino también la organización de la sociedad a partir de los principios del desarrollo económico y el consumo. A fines de la década de 1970, el fortalecimiento de los derechos de propiedad privada y las políticas del libre comercio promovieron el consumo intensivo de los recursos.

Con el tiempo, esta situación genero una crisis medioambiental cuyos efectos visibles son la contaminación, la escasez de agua, la perdida de la biodiversidad, el cambio climático y el deterioro de la capa de ozono.

Esta crisis tiene efectos económicos y sociales con un costo bastante alto para los diferentes Estados del mundo y la población en general.

·                Efectos sociales. Los problemas medioambientales influyen de manera negativa en la salud de la población, afectando principalmente a niños y adultos mayores. Por otro lado, el agotamiento de los recursos naturales ha hecho evidente la necesidad de replantear los hábitos de consumo de la población para disminuir la presión humana sobre el ambiente y sus recursos.

·                Efectos económicos. La desigualdad y la pobreza influyen directamente en el ambiente. La pobreza impulsa a los pobladores a sobreexplotar los recursos naturales que están a su alcance. Para solucionar esta situación es necesario educar a la población y aplicar tecnologías adecuadas con las características del medioambiente. Por ejemplo, emplear policultivos con plantas nativas contribuye al control biológico de las plagas.

Fenómenos naturales y desastres

La evolución de nuestro planeta comenzó mucho tiempo antes de que apareciera la especie humana. Por esto, en principio, los fenómenos naturales son efecto de procesos internos y externos de la dinámica terrestre. Sin embargo, la acción humana y el empleo de diversas tecnologías afectan al planeta y generan reacciones adversas. En consecuencia, aparecen nuevos o más frecuentes e intensos fenómenos naturales en los que hay un ingrediente humano de origen, como ocurre con los cambios climáticos derivados del calentamiento del planeta.

Se manifiestan fenómenos de carácter interno, como terremotos, erupciones volcánicas o maremotos, cuando a lo largo del tiempo se acumula energía en el interior de la tierra y luego es liberada violentamente a, la superficie. Asimismo, el exceso o la falta de lluvia, las variaciones de temperatura o las tormentas ocasionan fenómenos naturales externos que afectan la superficie del planeta cuando se manifiesta en forma de inundaciones, sequias, huaicos, huracanes, etc.

Una amenaza constituye la posibilidad de que se produzca un fenómeno que acepta a una parte o a la totalidad de la humanidad. Existen amenazas globales, como el agujero en la capa de ozono que abarca a todo el planeta y afecta la vida de gran parte de la población; y amenazas locales, cuyos efectos abarcan una rea determinada, como ocurre cuando se produce una inundación o un terreno.

Las acciones humanas, al igual que las amenazas, tienen un impacto local o global. Por ejemplo, la deforestación de los bosques o la minería informal acumulada una serie de efectos negativos que en un determinado momento constituyen riesgos y agravan las condiciones en las que se producen los fenómenos naturales. Cuando se produce un evento destructor que actúa sobre ciertas condiciones de vulnerabilidad de la población y genera grandes daños (pérdidas humanas y materiales), estamos ante un desastre. Los desastres alteran la vida cotidiana de la sociedad.

Globalización y problemas medioambientales

En la década de 1990, las bajas tasas de crecimiento económico que prevalecieron en la mayoría de países de América Latina, así como el desequilibrio con el que las sociedades se adaptaron a las transformaciones económicas impuestas por la globalización, intensificaron el deterioro del ambiente.

Los procesos asociados con la globalización (apertura de mercados, servicios y capitales de otros países, búsqueda de mayor competitividad mediante la reducción u distribución de costos de producción y distribución de los proyectos y menor intervención del Estado en materia económica y social), lejos de asegurar el crecimiento económico y elevar las condiciones de vida de la población, beneficiaron a los países industrializados y generaron nuevos factores de inestabilidad.

Esta situación ocasiona el deterioro ambiental: el potencial de la gran biodiversidad se destruye antes de conocerse su verdadero valor, y la calidad de vida tanto en el campo como en las ciudades puede a desmejorar por razones como las siguientes:

·                La población campesina tiende a usar cada vez más los recursos de las zonas de la frontera agrícola como medio de subsistencia, lo que, ante la falta de una política y financiero a los nuevos asentamientos rurales, acelera la destrucción de los bosques, los suelos y las aguas.

·                La contaminación ambiental, producto de los crecientes desechos de la población principal urbana, del incremento en los desechos tóxicos de los combustibles y de otros factores que no pueden ser contrarrestables con los recursos nacionales o locales, cada vez más escasos como consecuencia de la crisis fiscal que tiende a extenderse durante los últimos años.

Lo anterior no significa que el deterioro ambiental tenga solamente causas asociadas a la pobreza; no obstante, es indudable que las condiciones de pobreza llegan a acentuar las presiones negativas sobre la situación ambiental en los distintos países.

Impactos de los desastres

Las catástrofes con mayor número de muertos en 2010, después del terremoto en Haití y la ola de calor de Rusia, fueron el sismo, los deslizamientos de tierra y las inundaciones en China, las inundaciones de Pakistán, el terremoto en Chile, el sismo de Indonesia, la ola de frio en el Perú y los deslizamientos de tierra en Uganda.

El terremoto de Chile, que figura en el puesto número siete en número de víctimas, fue además el más costoso de todos los desastres naturales, con pérdidas que ascendieron a 30000 millones de dólares. Los costos totales de las catástrofes de 2010 ascendieron a 110000 millones de dólares, una cifra subestimada, ya que en la mayoría de los casos no se puede realmente calcular las perdidas, no solo materiales, sino sobre todo las de costo social.